miércoles, 17 de mayo de 2023

Que me vean llorar

Golpes,  quizá no tan duros en la vida, pero que hacen que te replantees el inicio de nuevo, el por qué de haber llegado hasta aquí.

Ninguna esperanza que me detenga, cómo me decía Alix hace diez años. Todavía no lo entendía por entonces. Todavía no era yo.

Curioso que después de tener el mejor regalo de la vida, haga falta un palo para despertar. Para necesitar volver al origen. Para buscar entre las notas y tocar fotografías. Para volver a escribir. Para pensarnos. 

Creía haber vagado bastante, que necesitaba hacer las paces con la estabilidad. Pero mi propia naturaleza me devolvía ahora el alcance del salto que nunca di.

Como la búsqueda nace de la carencia, así quería el destino que siguiera en ella. La búsqueda depredadora. Arrebatándome las pocas elecciones vitales que había tomado.  Para que, sino era capaz de inventar pasiones nuevas, al menos reprodujera las antiguas con la misma intensidad.

Moriremos mirando. Eso sin duda. Imposible descansar.

Escucha lo que mis ojos no pueden decir.

Hoy todo hablaba de mi. La editorial, no hay penas.

Educar y desaprender. Todo ello al mismo tiempo. 

Para volver a escribir, todo esto hacía falta. 


jueves, 6 de diciembre de 2018

cierta luz

Empecé a descubrir la cámara como testigo de lo invisible. 
Como ese elemento que escucha. Que presta atención al silencio.

Me gustó el poder de su susurro.

AURA

Hablamos de futuros proyectos. Cenamos. Nos reímos.

Había pasado mucho tiempo y todo era extraño y familiar a la vez.

El tiempo, como siempre que se vive esperando, voló. Y en la distancia supimos el uno del otro, de nuestros nuevos proyectos, que no eran nuevos sino versiones reinventadas de lo que queríamos llamar un renacer.

No queríamos cambiar, pero ya no éramos los mismos.

Jara era el nombre más bonito que había oído nunca. Tenía un Aura que proyectaba una luz que nunca antes había imaginado.

Desde que apareció en mi vida, me quede sin palabras que escribir.


lunes, 19 de febrero de 2018

vs

En este momento de cambio agitado sigo buscando volver a esos referentes que me hicieron ser quien soy. Viejos lugares en los que amé vida. Amigos. Encuentros. Experiencias repetidas una vez más. Piezas musicales olvidadas. Libros cerrados. Viejas costumbres. Viejas luces.

Me amenazan diciéndome que voy a renacer, que será una vida completamente nueva.

Pero yo no soy una suicida y cuanto más echo la vista atrás, más cosas encuentro que quiero conservar. 


Recuerdos. Abrazos. Palabras viejas. Nuevas escuchas.

INFINITO

Hacía mucho que no pensaba en ello. En él de esa manera. En todo ese proceso que nos trajo hasta aquí. Hasta este momento de sosegada incertidumbre.

Nos conocíamos desde hacía muchos años, tantos que casi no recordábamos el momento en el que no estábamos presentes en la vida del otro. Esto provoca calma y temor a partes iguales; más de esta última en muchos momentos.
No solo tenía la sensación de que me estaba perdiendo algo, sino que era un hecho. La mitad de mi vida había sido compartida con la misma persona.

Para amortiguar el impacto mi solución había sido buscar un sitio nuevo cada año en el que vivir. Un lugar al azar y sin motivo aparente que me permitiera despertarme en un suelo nuevo, sin referencias ni apegos. Un lugar que nunca hubiera pisado antes. 
Una de las mayores sensaciones de libertad que existen.
Desde allí me debatía entre el deseo de mantener algo y la necesidad de descubrir olores nuevos. 

Un día un amigo psicólogo me dijo una de esas verdades que no puedes oír:
 “Te marchas lejos no para buscarte a ti misma, sino para buscarle a él”. 
Yo lo negué todo. Aunque solo puede mantener la negación unos segundos. 

En todos los lugares, hasta en los más lejanos físicamente, me encontraba con él. Cada vez con más seguridad e intensidad. Cada vez con más claridad. Y cuanto más experimentaba esto, más lejos era el lugar que buscaba en el mapa para vivir. Y esa distancia nos acercaba cada vez con más fuerza.

En uno de los pisos nuevos a los que llegué a vivir, un desconocido y anterior inquilino del piso me había dejado una nota. 
“Buscando lo que necesitaba perdí lo que quería”.
Así, cansada de sostener esa fuerte tracción que me reclamaba como una goma elástica con una tensión de mil kilómetros, volví. Y entonces sentí miedo del calor de la cercanía.

Mi única salida era dejarme llevar por la irracionalidad. De la misma forma que esta me había llevado sin motivo alguno a lugares maravillosos, convirtiéndolos en referentes emocionales para siempre, decidí refugiarme en ese cuerpo y esa voz que tanto me atraían.

Descubrí entonces no solo que esa renuncia me compensaba, sino que no era tal. 

Pues efectivamente, mi inagotable búsqueda de ese lugar nuevo no era de un espacio físico sino de un espacio humano, que alentaba todos los lugares en los que había sido feliz.

martes, 26 de diciembre de 2017

Lo nuevo...los momentos de vértigo.
Lo viejo...los momentos de vértigo.

domingo, 10 de diciembre de 2017

He vuelto de nuevo.
A mezclar las lagrimas con la lluvia. 
A ese lugar donde empiezan siempre las nuevas etapas.

A ese que nos descubre lo que tenemos. 
Que nos enseña lo que ya sabemos.

Allí donde el alma de cualquiera se estremece.
Incluso aquellas que aún no han visto la luz.

Necesitaba un lugar donde coger aire.

Y sigo llorando cuando me marcho.

Sigo estando viva.

lunes, 27 de noviembre de 2017

¿Por qué escribes?

Una vez más, me tocó asumir decisiones de la vida. A pesar de retrasarlas, de esconder la cabeza debajo de la tierra o entre los libros. 
Pero algo llegó, y tuve que sacar la cabeza para afrontarlo. 
Y cuando sacaba la cabeza a la superficie no podía respirar. 

Me ahogaba.

miércoles, 15 de marzo de 2017

vivir en retrospectiva

No existe mayor respeto que llorar por alguien a quien no se ha conocido, dice Saramago.
Y tristemente he descubierto que tiene razón. Que no es una frase literaria capaz de despertar tendencia en los lectores más perezosos. Que son lágrimas de dolor y desesperanza.

He llorado, y lloro, por personas a las que no conoceré, pero que aparecieron en mi vida para recordarme que estaba viva, y presente.
Vivimos, dice Garcia-Alix, en ese estrecho margen entre la vida y la muerte. Preocuparnos por eso nos ayuda a mantener la concentración. 

Mi atención se despertó aquí. 
Aunque en una terrible amalgama entre temor y consciencia.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

martes, 24 de mayo de 2016

La gente realmente grande, te hace sentir que tú también puedes ser grande.

Mark Twain

viernes, 29 de abril de 2016

Siempre esta inquietud sin propósito, sin nexo, sin consecuencia,
siempre, siempre, siempre
esta desmedida angustia del espíritu por nada

Pessoa...qué bien me conoce...

jueves, 14 de abril de 2016

Ulises...

"...el mayor aventurero de todos los tiempos, es también el mayor nostálgico...
A la apasionada exploración de lo desconocido (la aventura) prefirió la apoteosis de lo conocido (el regreso). 
A lo infinito (ya que la aventura nunca pretende tener un fin) prefirió el fin (ya que el regreso es la reconciliación con lo que la vida tiene de finito)..."



La ignorancia de Milan Kundera


domingo, 3 de enero de 2016

Hermosa soledad

De vez en cuando, me gusta revisar mis dibujos antiguos.
A menudo tengo la impresión de que son muy malos
y en algunos casos llego a dudar de que los haya hecho yo.
Los rompo a menudo haciendo un esfuerzo sobrehumano,
para lo cual necesito dejarme levar por el arrebato.
Espero tener siempre el valor de dejarme llevar por estos impulsos.

"Hermosa soledad" Jimmy Liao

miércoles, 30 de diciembre de 2015

"La pura observación es transformadora"

Simone Weil

silencio

Ahora, cuando todo el mundo me mira, yo me escondo.

esperando a vivir

Vivir en un museo. Eso hacía ella.

Su casa

Vivir en un museo. Eso había hecho yo toda mi vida.

martes, 15 de septiembre de 2015

paseos nocturnos

Elegir la dirección por la que ir de forma repentina, como si no importara la decisión que tomamos.
Caminar sin saber a donde ir.
Observar con calma rincones escondidos y sin interés.
Cogerse al otro para no pasar frío.

Entender la vida como un paseo, nocturno, recreándonos en los detalles.

lunes, 13 de julio de 2015


huida en cautiverio

Sigo buscando libros que me conozcan, que me enfrenten con una realidad demasiado turbada por el deseo de existir.
También tú, con tus viajes y tu obsesión por alejarte y acumular experiencias, arrastras contigo tu jaula de un extremo a otro del zoo. Cada uno tiene su propio cautiverio, dice Amos Oz mientras yo persigo mi presente.